El primer tema
a abordar será sobre qué es el cuento literario, hay que tomar en cuenta que
podemos encontrar varias definiciones de lo que significa, una de ellas es para
Seymour Menton, en el prólogo El cuento hispanoamericano:
“El cuento es una narración fingida, en todo o en parte, creada por un
autor, que se puede leer, en menos de una hora y cuyos elementos contribuyen a
producir un solo efecto”[1]. En esta breve explicación
podemos identificar las características del cuento literario, que es una
narración ficticia, creada por un autor y que produce un solo efecto.
M. Baquero
Goyanes, en El cuento español del
siglo XIX afirma:
El
cuento es un precioso género literario que sirve para expresar un tipo especial
de emoción, de signo muy semejante a la poética, pero que no siendo apropiada
para ser expuesta poéticamente, encarna en una forma narrativa, próxima a la de
la novela, pero diferente de ella en la técnica y en la intención. Se trata
pues de un género intermedio entre poesía y novela, apresador del matiz,
semipoético, seminovelesco, que solo es expresado en las dimensiones del
cuento.[2]
Otra definición
que podemos añadir es la que hace Julio Cortázar en su artículo Algunos aspectos del cuento, nuevamente
se menciona que el cuento es breve, comparado con la novela que es un
desarrollo acumulativo a través de una temporalidad acumulativa, el cuento debe
de ser igual que una foto:
Escoger
y limitar una imagen o un acontecimiento que sean significativos, que no solamente
valgan por sí mismos sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el
lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y
la sensibilidad, hacia algo que va mucho más allá de la anécdota visual o
literaria.[3]
A lo que se
refiere es a que el cuento concentra una sola impresión que deberá impactar al
lector y para poder lograrlo se debe de eliminar los elementos que sean
gratuitos, permanentes y decorativos.
Podemos hacer
una comparación entre la novela y el cuento literario, ambos tienen la misma
estructura, un inicio, un desarrollo y un final, sin embargo en la novela estas
tres partes pueden ser más extensas de lo que puede ser el cuento, ya que como
sabemos este debe de ser corto. Por lo tanto si en la novela las descripciones
pueden llevar páginas, el cuento, por el contrario no, ya que su brevedad no se
lo permite y porque hace perder el objetivo principal del mismo.
Lo mismo pasa
con los diálogos, su finalidad es dar a conocer la psicología de los personajes
en ambos textos narrativos, solo que en el cuento debe estar centrado en el
objetivo del cuento, a su trama. Lo que respecta al tratamiento del tiempo, nuevamente
en la novela tiene suficientes páginas para disponer de elementos temporales y
manejarlos libremente, en el cuento no es así, ya que el tiempo pasa a ser un
límite que está determinado por la fuerza, la tensión estética y emocional que
produce un buen cuento.
Para precisar
mejor lo que es el cuento literario, diremos que es de una narrativa libre, proveniente
de una obra creativa y por ende ficticio, el argumento debe estar elaborado
estéticamente, es decir, que no necesariamente importa lo que cuenta, sino la
forma en que lo cuenta; como este tipo de narración es breve importa el tiempo
y el espacio que desarrolla el cuento y debe de contener pocos personajes con
un final sorpresivo, inesperado, impactante para el lector y que este se
encuentre identificado.
Todo lo
anterior es todo referente al cuento literario, lo que quiere decir que debe de
haber otro tipo de cuento, el cual es el cuento popular también conocido como
tradicional o maravilloso, que por tradición se trasmite oralmente a lo largo
del tiempo, se remonta a épocas y pueblos primitivos, es de un autor desconocido y a partir del
siglo XIX comienzan a ser recogidos y editados, por ejemplo por Perrault en el
siglo XVII o las recopilaciones de los
hermanos Grimm en el siglo XIX.
D. Juan Valera
es sus Estudios críticos sobre la
literatura, política y costumbres de nuestros días (Madrid, 1864):
A
estas razones que movieron a coleccionar y a publicar en casi todos los países
los cuentos vulgares, como los de Alemania por los hermanos Grimm, los polacos
por Woysick, los de los montañeses de Escocia por Grant Stewart, los del sul de
Irlanda por Crofton Croke, por Souvestre los bretones y así otros muchos vienen
a unirse cooperando al estudio de la poesía popular de cada pueblo, el
patriotismo que se despertó por las guerras invasoras de Napoleón I y el deseo
que muestran desde entonces todas las naciones, de hacer patentes los títulos
de su independencia y de reivindicar lo que ahora se llama su autonomía. [4]
Lo que hay que
recalcar de lo dicho por Valera, es que esta actividad de recopilar los cuentos
provoco el surgimiento de lo que hoy conocemos como cuento infantil.
Ahora hay que
identificar cuáles son las diferencias que hayamos entre el cuento popular y el
cuento literario, el primero es:
- Una sucesión de episodios.
- Los episodios se subordinan al personaje.
- Se sitúa en otro tiempo y espacio
- Resuelve problemas y conflictos con el castigo del ofensor y la recompensa a la víctima.
- Carácter impersonal del lenguaje empleado.
- Trasmisión oral.
- Autor desconocido.
- Prevalece un solo punto de vista narrativo.
- Lenguaje popular.
- El desenlace de la historia es feliz.
En cuanto al
segundo:
- Se relata un suceso único.
- Un suceso es más importante que el personaje.
- Se encuadra en la realidad del autor.
- Interroga la realidad y plantea problemas y conflictos.
- Carácter personal del lenguaje empleado.
- Transmisión escrita.
- Autor conocido.
- No prevalece un solo punto de vista.
- Lenguaje culto.
- No siempre el desenlace de la historia es feliz.
Pero para
entender mejor estas diferencias hay que tomar en cuenta las aportaciones que
hicieron Edgar Allan Poe con La unidad de
impresión y la Técnica del cuento por Anton Ghéjov. Un fragmento de este texto es:
Un
hábil artista literario ha construido un relato. Si es prudente, no habrá
elaborado sus pensamientos para ubicarlos incidentes, sino que, después de
concebir cuidadosamente cierto efecto único
y singular, inventará los incidentes, combinándolos de la manera que mejor lo
ayude a lograr el efecto preconcebido. Si su primera frase no tiende ya a la
producción de dicho efecto, quiere decir que ya ha fracasado en el primer paso.
No debería haber una sola palabra en toda la composición cuya tendencia,
directa, o indirecta, no se aplicara al designio preestablecido.[5]
Lo que quiere
decir es que la Unidad de impresión es
el efecto o excitación que nos provoca el cuento y para que no se pierda, la
trama debe de girar en torno a ese efecto que debió de haberse previsto desde
un principio; además de que la obra no debe de pasar más de una hora de lectura.
La unidad de impresión no es única del cuento la podemos hallar en la novela, aquí
la cuestión es que este efecto se pierde a causa de que en ella se requiere una
descripción más detallada del ambiente y de los personajes.
Una
característica del cuento literario es su final sorpresivo, como ya se abordó,
la unidad de impresión debe de ser el efecto que este predeterminado a ser la
razón del cuento, es a partir del cual se desarrollara la trama y permitirá el
final sorpresivo, porque a fin de cuentas es este el propósito del cuento,
causar expectación, excitación y esta característica lograra el objetivo
completo y perfecto de la unidad de impresión para un buen cuento.
Ahora en lo
que se refiere a la Técnica del cuento
por Chéjov, él nos dice:
Escribes
un cuento en el que una pareja de jóvenes recién casados se besan durante toda
la cena, se duelen sin razón y derraman torrentes de lágrimas. Ni una palabra
sensata; puro sentimentalismo. No escribiste para el lector. Escribiste porque
disfrutas ese tipo de parloteo. Pero imagínate que tuvieras que describir la
cena, cómo comían, cómo era el cocinero, que tan insípido era tu héroe, que tan
contento estaba con su negligente felicidad, que tan insípida era tu heroína,
qué tan ridículo resulta su amor por ese glotón con una servilleta amarrada al
cuello. A todos nos gusta mirar a la gente contenta, es verdad. Pero
describirla, describir lo que dijeron y cuántas veces se besaron no resulta
suficiente. Se requiere de algo más: libérate de la expresión personal que una
plácida felicidad melosa produce en todos nosotros… La subjetividad es algo terrible.
Es negativa sobre todo en esto: que deja ver las manos y los pies del autor.[6]
Chéjov señala
que la subjetividad es lo peor que alguien puede utilizar a la hora de escribir
una descripción, puesto que estará escribiendo algo para satisfacerse a sí
mismo olvidando por completo al lector; lo que se debe de hacer es una
descripción que sea breve y provoque un solo efecto y así no se pierda la
esencia de lo descrito.
Si bien ya
sabemos que el cuento está compuesto por un inicio, desarrollo y final, hay que
agregar dentro de estos mismos ciertos puntos fundamentales para una mejor
comprensión del cuento. El Inicio del cuento comienza con una perspectiva de lo
que es la vida cotidiana del o los protagonistas, debe de incluir el contexto
del relato, sobre quiénes son el o los personajes y un atisbo del problema; entre el Desarrollo y
el Final se haya el Clímax, esa parte más alta del conflicto en donde ya nada
malo le puede pasar al protagonista.
En el
Desarrollo se verá alterada su vida cotidiana y encontraremos el problema o
conflicto (el conflicto es un enfrentamiento entre dos fuerzas y hay tres
tipos, el primero será del hombre contra el destino, ya sea considerado Dios,
la vida o la Sociedad, el segundo, del hombre contra el hombre y por último del
hombre contra sí mismo) que se solucionara, pero no del todo, en el Final o
Cierre, además lo llevara a otro conflicto que lo hará volver a su realidad.
Estos cuentos
que contienen esta estructura son cuentos clásicos, porque su narrativa va de
forma ascendente, en el cuento no clásico no contienen esta misma estructura,
un claro ejemplo es el cuento de Horacio Quiroga La gallina degollada; su narrativa es in media res, lo que quiere decir que el cuento empieza desde la
mitad, lo que sería el desarrollo y por medio de un recurso literario llamado analepsis
interrumpe lo que está narrando para explicar hechos del pasado que le darán
sentido a la historia.
Sobre William y su cuento
William Faulkner; (New Albany, EE UU, 1897-Oxford, id.,
1962) Escritor estadounidense. Pertenecía a una familia tradicional y sudista,
marcada por los recuerdos de la guerra de Secesión, sobre todo por la figura de
su bisabuelo, el coronel William Clark Falkner, personaje romántico y autor de
una novela de éxito efímero. En Oxford, la escasa atención que prestaba
Faulkner a sus estudios y al puesto que le consiguió su familia en Correos
anduvo paralela a su avidez lectora, bajo la guía de un amigo de la familia, el
abogado Phil Stone.
Perseguía muy
conscientemente el éxito literario, que no alcanzó, sin embargo, hasta la
publicación de El ruido y la furia (1929), novela de marcado tono
experimental, en que la anécdota es narrada por cuatro voces distintas, entre
ellas la de un retrasado mental, siguiendo la técnica del «torrente de
conciencia», es decir, la presentación directa de los pensamientos que aparecen
en la mente antes de su estructuración racional.
El
experimentalismo de Faulkner siguió apareciendo en sus siguientes novelas: en ¡Absalón,
Absalón! (1936), la estructura temporal del relato se convierte en
laberíntica, al seguir el hilo de la conversación o del recuerdo, en lugar de
la linealidad de la narración tradicional, mientras que Las palmeras
salvajes (1939) es una novela única formada por dos novelas, con los
capítulos intercalados, de modo que se establece entre ellas un juego de ecos e
ironías nunca cerrado por sus lectores ni por los críticos.
A pesar de haber conseguido el reconocimiento en vida, e
incluso relativamente joven, Faulkner vivió muchos años sumido en un
alcoholismo destructivo. La publicación, en 1950, de sus Narraciones
completas, unida al Premio Nobel que recibió ese mismo año, le dio el
espaldarazo definitivo que necesitaba para ser aceptado, en su propio país,
como el gran escritor que era.
«No se escapa al Sur, uno no se cura de su pasado», dice
uno de los personajes de El ruido y la furia, y, en efecto, el escenario
de la mayoría de sus novelas, es el imaginario condado sureño de Yoknapatawpha,
cuyas connotaciones y poder simbólico le confieren un aura casi bíblica. En
este sentido, la obra de Faulkner debe ser contemplada como un todo, en la
medida en que toda ella se halla marcada por esta voluntad de recrear la vida
del sur de Estados Unidos, por más que tal localismo no impide que sus
personajes y sus obsesiones, tan circunscritos a un tiempo y un lugar
concretos, adquieran una proyección universal.
Como podemos ver anteriormente las narraciones de
Faulkner no son características del cuento clásico, esto lo podemos identificar
en su cuento Una rosa para Emily y para ello hay una frase de F. Nietzche
que dice “No hay hechos, hay visiones” que se relaciona completamente con el
tipo de narración del cuento, puesto que está narrado por el pueblo, no está
narrado por Emily ni mucho menos por el criado, sino por las visiones del
pueblo, lo que ellos han visto.
Sin embargo para identificar la secuencia es algo
complicado, ya se comprobó que no es un cuento clásico ya que el inicio es a partir
de la muerte de Emily, aquí menciona que todo el pueblo fue a su entierro y
comienzan a explicar sobre lo que fue su vida, de manera cronológica, a decir
verdad la lectura es muy fluida, pero al tratar de analizarlo puede ser algo
confuso.
El contexto es sobre quién es Emily, era pues una joven
de la burguesía que se quedó sola porque su padre no le permitía estar con
ningún hombre, él pensaba que ninguno era digno de ella. La forma en que plantea
la descripción de los personajes es a través de lo que ellos sienten, respeto,
por parte de los hombres, curiosidad, por las mujeres al querer saber cómo es
la casa de la difunta, ya que de su tipo era la única que quedaba en pie.
En cuanto a Emily más adelante se ve que debió de haber
sufrido algún tipo de trastorno mental ya que cuando murió su padre ella sufrió
al tener que enterrarlo, pero esto no se percibe al cien por ciento, el pueblo
cree que es porque se queda sola, pero el autor nos da una pista del problema
metal de Emily al mencionar a unos parientes que su padre dejo de tener
contacto por la herencia de la vieja Wyatt, que al parecer estaba loca.
¿Pero porque la curiosidad de las mujeres del pueblo por
conocer la casa de Emily? Pues hay dos elementos trascendentales en la historia
y esos son dos, el declive de la clase noble y la llegada de la industria; es
decir, en el pasado la gente más reconocida era por su apellido, por la familia
de la que venía y con la llegada de la industria esto cambio y la gente más
reconocida paso a ser la más influyente por el dinero.
Esto se ve desde un principio cuando le piden a Emily
pague los impuestos, pero como era perteneciente a una clase noble el coronel
Sartoris la había absuelto de pagarlos, y ella le dijo a los hombres que la
visitaron para arreglar el problema y hablaran con él para verificarlo; aquí
nuevamente identificamos que no estaba bien de sus facultades mentales ya que
para entonces el coronel había muerto hacía diez años.
Por mi parte a mí me parece que el conflicto sería del
hombre contra el destino, en este caso contra la sociedad, porque ella mostraba
la altivez que se le confería por su nobleza cuando le pidieron que pagara los
impuestos, por ello se negaba en rotundo a pagar; pero el tiempo había pasado y
era el dinero el que regía una nueva forma de vivir a la que ya no pertenecía.
Pero también hay un conflicto del hombre contra sí mismo,
esto sería cuando Emily sufre la pérdida de su padre y ella se queda sola, y
cuando se enamora de Homer Barron por el miedo de volver a quedarse sola lo
mata con el veneno que le dieron en la farmacia, la sociedad cree que ella se
va a suicidar, no podían estar más equivocados. El primer conflicto podría
decirse que se soluciona al morir Emily ya que así muere la última mujer que
era perteneciente a la clase social alta por su nobleza, el segundo conflicto
se soluciona cuando ella mata a Barron, evitando así que la deje sola y ella
pueda permanecer a su lado por siempre.
El clímax es cuando el pueblo encuentra el cuerpo de
Homer Barron tendido en la cama de un cuarto decorado para una boda, se
quedaron viendo estupefactos el cuerpo que yacía en la postura de un abrazo, el
regreso a la realidad es cuando a lado de la almohada encuentran el hueco de
una cabeza, lo que quiere decir que se dan cuenta que todo ese tiempo que
vieron por última vez a Homer había estado allí todo el tiempo, Emily durmiendo
a su lado todas las noches, el negro como era cómplice de lo allí vivido se fue
y no regreso.
Los cambios dramáticos apreciados son desde la muerte del
padre de Emily que tiene que ser enterrado antes de que ella se despierte de su
desvanecimiento, la llegada del capataz Barron, la compra del veneno y la
desaparición del yanqui, y el encierro que duro toda su vida hasta su muerte.
Aquí hay una ausencia de la moral puesto que Emily no reconoce lo que está bien
y está mal dentro de su necesidad de no quedarse sola, por ello hace lo que
hace para permanecer a lado de Homer.
Ahora bien hay que analizar principalmente que el cuento,
si bien no es corto puede ser leído en menos de una hora, contiene la unidad de
impresión y un final sorpresivo como sugiere Poe, que fue el descubrimiento del
cuerpo de Homer en la casa;
efectivamente en cuanto a le técnica del cuento las descripciones no son
muy extensas de tal forma que se pueda lograr la percepción del ambiente y las
características de los personajes.
Se está relatando un suceso único que es la vida de
Emily, está compuesto de dos conflictos que se solucionan parcialmente y nos
lleva de vuelta a la realidad, la posibilidad de que Emily está mal de sus
facultades mentales o como se referiría el pueblo, estaba loca. Definitivamente
para mí fue un cuento muy complicado de analiza pero no imposible, sin embargo
creo que se pueden encontrar elementos más profundo, pero para mí, los
mencionados fueron los más importantes
Bibliografía
Biografías y vidas. La
enciclopedia biográfica en línea. (s.f.). Recuperado el 15 de septiembre de 2015, de
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/faulkner.htm
Goyanes, M. B. (1998). ¿Qué
es la novela? ¿Qué es el cuento? Murcia: Universidad de Murcia.
Morales, J. L. (1992). Dialnet.
Recuperado el 15 de septiembre de 2015, de
http://www.suagm.edu/umet/biblioteca/Reserva_Profesores/ramon_almodovar_esp_213/el_cuento_como_genero_literario/Alm_R_Esp-213_cuento_genero.pdf
Zabala, L. (1997). Teorías
del cuento I. México: Grupo editorial interlínea.
[1]
Onieva Morales, Juan Luis. Introducción a los géneros literarios a través
del comentario de textos. p. 197.
[2] Idem
[3]
Ibidem, p. 198
[4]
Baquero Goyanes, Mariano. ¿Qué es la novela? ¿Qué es el cuento? P. 111.
[5]
Allan Poe, Edgar. Teorías del cuento I. p. 17.
[6]
Chéjov, Anton. Teoría del cuento I. p. 19.